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sábado, 28 de febrero de 2015

El ancestro del Cine

Los cinéfilos se tirarán de los pelos cuando me oigan afirmar que el cine le debe lo que es a la literatura, no solo porque ha tomado muchas de sus obras para filmar películas, ni tampoco, porque en definitiva, los guiones son novelas especializadas para ser grabadas, sino porque sin el Teatro, ese género tan olvidado en la actualidad, jamás hubiese existido. Es cierto que en el cine se puede repetir una escena una y mil veces hasta que salir bien a diferencia del teatro, pero sino hubiese existido las representaciones jamás se podría haber imaginado las películas.
El teatro nació con las grandes culturas, fueron los griegos y los romanos con sus tragedias, los que popularizaron el género. Luego durante el Siglo de Oro español gran parte del pueblo disfrutaba de obras de Calderón, y como no el gran Lope. Es más, para las clases populares, desde los albores de la civilización, fue el primer contacto con la literatura, mucho antes que con la misma palabra escrita. Sin embargo hoy día apenas se va al teatro
Y tras este alegato, mi pregunta es la siguiente: ¿Por qué el teatro es el género más denostado de la literatura en la actualidad? Son varios factores los que confluyen para que el teatro sea el género literario más olvidado, maltratado, y peor considerado de la literatura, incluso más que la Poesía.
Lo primero, el precio de las entradas en muchos casos es inadmisible por una gran mayoría, en gran medida debido al encarecimiento de las localidades debido al robo a mano armada que supone el IVA. Como consecuencia de este hecho, se crea la imagen de que el teatro es solo para clases sociales altas, alejándose del origen de los Corrales de Comedia donde el pueblo disfrutaba del teatro. Otro de los hechos quizás sean unas temáticas totalmente ajenas al interés del público del cuál muchas veces se aleja.
Por una cosa u otra, el teatro se ha ido alejando del pueblo. Quizás, tal como sucede en la gran pelicula "Noviembre", el teatro hay que llevarlo a la calle, como un acto de provocación y rebeldía, en lugar de reservarlo en los salones de la Burguesía. 
Esto no es una amenza, pero cualquier día me pongo a escribir teatro y lo represento en vuestras conciencias.


jueves, 26 de febrero de 2015

Dixit o un canto a la imaginación

¡¿Ya me estabáis echando de menos frikarditas y frikarditos?! Supongo que no, pero aquellos que se les apetezca leer una nueva reseña de un juego friki, aquí estoy de nuevo para hablaros en esta ocasión de uno de mis juegos favoritos: Dixit.
Este juego lo recebí como regalo de reyes de hace un par de años, y desde entonces me ha dado no solo buenos ratos de diversión, sino risas aseguradas. El objetivo de dixit es llevar tu ficha al final antes que el resto de participantes ganando puntos. Pero la forma de ganar esos puntos es lo divertido. Lo primero, se reparten una serie de cartas con dibujos de los más digamos surrealista, luego el jugador al que le toque el turno, dice que le sugiere una de sus cartas. Por ejemplo, al ver un dragón le recuerda al hobbit. El resto debe de poner bocabajo sobre la mesa de entre sus cartas aquella que le sugiera "Hobbit".Una vez depositadas, se ponen todas bocarriba, (previamente se baraja por el jugador que le pertenece el turno). Se trata de acertar cuál es la del jugador del turno y de paso lograr que te voten la tuya, así de simple.
La gracia del juego radica en las frases ocurrentes que se le ocurre a la peña, algunas más picantonas, otras más ocurrentes, otras muy bastardas, pero en general todo por pasar un buen rato. Además, favorece la imaginación, algo que a quienes se dedican al bello arte de escribir siempre le sirve como ejercicio para estimular su mente, porque ni se puede decir algo muy evidente en tu turno, porque si no te aciertan la tuya no ganas punto, ni que lo acierten todos, porque tampoco ganas punto.
Un juego que te traerá horas de diversión y risas aseguradas. Ideal para estimular la imaginación de los niños y los no tan niños.
XD

jueves, 19 de febrero de 2015

Conociendo nuevos sabores


Los seres humanos somos auténticos animales de costumbre. Ya sea por nuestra condición sedentaria, sea por simple pereza, normalmente nos instalamos en nuestra zona de confort, y evitamos salir de ella. ¿Y qué narices es la zona de confort os preguntaréis? (al menos aquellos con la capacidad de discernir). La zona de confort es ese lugar donde te sientes seguro y sabes que nada va a desestabilizar tus costumbres, unas costumbres a las que te sueles aferrar pese a que quizás no sean lo mejor para ti. Hay quienes se quedan en su área de confort en diferentes niveles. Os pondré ejemplos, hay quienes no se atreven a probar nuevos alimentos, o a conocer diferentes culturas, por miedo a salir de lo habitual. Son personas que morirán sin vivir nuevas sensaciones por no arriesgar...
Lo mismo sucede en otros segmentos de nuestras vidas, pero como esto es un blog literario,(o eso pretende aunque no lo parezca), hablaremos del miedo a salir tanto del área de confort con respecto a nuestras lecturas. Normalmente suele existir un género donde nos sentimos más a gusto a la hora de leer (incluso a la de escribir los que nos dedicamos a esto de juntar letras), y eso impide en muchas ocasiones que no seamos capaces de encaminar nuestros ojos hacia otras temáticas, por el miedo a que no nos gusten. En muchas ocasiones puede que una obra de otra temática te acaba resultando más entretenida que aquella otra relacionada con tu zona de confort.
La magia de la literatura es que existen tantas temáticas como personas en el mundo, ese hecho nos brinda la oportunidad de disfrutar de diferentes perspectiva, lo cual nos enriquece más que una sola temática. Por eso sal de tu area de confort y atrevete a leer ese libro que jamás pensaste que podrías leer. Prueba nuevos sabores literario.
¿Qué género literario corresponde a tu zona de confort?¿Y cuál el que no te atreviste aún a leer?

lunes, 16 de febrero de 2015

Producto Cervantino

Llegados a este punto de la película, me viene a traer sin cuidado que me tachen de chauvinista, que no chavista, no vayamos a confundir términos, pero cuando voy a comprar un libro voy con la premisa de que el autor escriba en español. 
¡En este momento la progresía empezará a disparar sus balas verbales tachándome de facistorro y de conservador! Tranqui, que de vez en cuando también leo alguno extranjero...
Lo primero decirles, que me importa poco lo que me vengan a decir unos cuantos que tan siquiera se pararán a leer sobre mis argumentos. Segundo, cuando me refiero a español, no me limito al territorio nacional de España, sino a todo aquel que desarrolla su obra en el lenguaje de Cervantes, lo que incluye a la mayor parte del territorio latinoamericano. Tercero y fundamental, cuando yo leo aún autor, no solo leo su historia, también veo su forma de escribir, de manejar el lenguaje, cosa más inapreciable en un libro extranjero, por muy buena que sea la traducción (algo de lo que no tengo quejas ya que en este país existe magníficos especialistas en la materia). En un autor en español puedo apreciar mejor su trato de la lengua.
Además, porque no decirlo, mientras en otras cuestiones nos damos golpes de pecho sobre las bondades del producto español, y no hablo solo de productos agricolas, sino de nimiedades como el fútbol, solemos denostar a los autores nacionales o hispanohablantes en aras de lo de fuera. No hay que irse muy lejos si pretendes leer novela erótica de calidad, aquí tienes a Megan Maxwell, si se trata histórica tenemos a Posteguillo, o Bruno Nievas en su última novela. Además hay decenas de autores quizás menos conocidos pero igual de buenos que luchan día a día por crear obras de calidad, tenemos en ciencia ficción a Pau Varela, o de otros diversos géneros como Tony Jimenez, por mencionar alguno.
Por esas razones, yo leo en español. ¿Y tu cuál son tus motivos?

jueves, 12 de febrero de 2015

Historias Negras

¡Bienvenidos nuevamente frikarditas y frikarditas del mundo mundial!
Quizás no sea esta la sección que más visitas me prodigue, es más tan siquiera creo que nadie la visite, pero para como buen friki se me apetece hablar de aquello que me gusta. En esta ocasión vengo a traeros la reseña de un juego que para los amantes de las novelas negras, y de los razonamientos más enrevesados y rebuscados, les vendrá como anillo al dedo: Black Stories.
Black Stories es un sencillo juego de cartas con una mecánica aún más sencilla si cabe. Consiste en adivinar cual fue la causa de la muerte de alguien a raiz de una pista inicial. A partir de ese momento el juego toma una dinámica, donde los participantes deberán ir haciendo preguntas, cuya respuesta sea si o no, para resolver el enigma.
Quizás entre los inconvenientes
del juego se halle la falta de imaginación de los participantes a la hora de ir realizando pregunta, así como la complejidad de la resolución de los casos, que en la mayoría de los supuestos pueden llevar horas, lo que no siempre implica más diversión. Lo mejor del juego esta en la gran cantidad de cartas, así como la aparición de varias ediciones que te ayudarán a cultivar tu vena detectivesca.
Quizás no sea el juego más entretenido, pero si te ayudará mientras esperas con un amigo una cola, o no tenéis nada mejor que hacer. En la puntuación friki le daremos un cinco raspado sobre diez por su dificultad y falta de variantes.


Antropología gimnástica

Sea por el ínfimo número de visitas que recibe este blog, muchas más tampoco perderé con este artículo, o tal vez porque a los escritores, aunque se lo consienten más a los afamados, nos gusta dar nuestra opinión sobre cualquier cosa, siempre y cuando se le envuelva de una capa de literatura fina, es decir envolver una mierda con papel de regalo, o simplemente porque me sale de los mismos cojones, hoy he decidido hablar sobre la Fauna Bigórexica.
Así a simple vista la cosa suena mal, pero aún es peor cuando la ves. Seamos sinceros de una puñetera vez en nuestras vidas, y reconozcanlo, a lo que menos vamos al gimnasio es hacer deporte...al menos para mi es un lugar ideal donde dar con personajes, y no hablo precisamente de novela, sino unas subespecies a la humana, capaces de dar ante mis ojos un estudio antropológico que ya quisieran algunos que se llevan media vida con tribus en el amazonas. Si no me creen pasen a este circo de los horrores a echar un ojos, y lo mejor de todo lo harán sin sudar una gota, sentados frente a la pantalla de su ordenador, tablet o artilugio que use para leerme:
  • El titiboy: sin esta clase de criaturas un gimnasio no subsistiría. Son el sustento de los trabajadores del lugar, así como quienes más rentabilizan las cuotas. Son narcisista al cuadrado. Adoran sus cuerpos labrados durante horas y horas aunque sus neuronas se pierdan por el camino. Les gusta un espejo más que un mono un platano. Y su filosofía se sustenta de además de en si mismo, en el fútbol.
  • L@s Charlatanes: cualquier sitio es bueno para criar vinculos sociales, y como no podían ser menos los gimnasios no iban a ser distinto. Hay quienes durante la hora que estás en el gimnasio jamás, y cuando digo jamás, es jamás, lo ves cerrar la boca, así como tampoco lo verás hace ejercicio que no sea el de su lengua que no cesa de hablar y hablar.
  • La Provocativa: En estos casos son chicas que están de buen ver y que por génetica, por dios, o por lo que sea, no necesitan hacer ejercicios. Aún así ellas están para poner más caliente que el palo de un churrero al personal, con su mallas ajustadas más que una morcilla de Burgos, camisetas que si no la llevasen cuenta tampoco se diferenciarían, así como que dejan poco a la imaginación y mucho a la calefacción.
Podría seguir describiendo, pero prefiero que seáis vosotros quienes añadáis personajes a la colección, puesto que si sigo yo no me permitirán más la entrada en el gimnasio. No podré ver más en malla a una chica tremenda, que curiosamente resulta ser mi mujer...


jueves, 5 de febrero de 2015

Mi agente literario


Quizás haya sido por mi racanería, quizás por mi desconocimiento en el tema, pero hasta ahora no me había atrevido a contratar a un agente literario. Siempre los tomé como otros sangradores de la literatura, pero la cosa ha cambiado cuando conocí al mío. Sin duda lo contraté a la primera. Sergei era el agente literario ideal para mi.
Sergei no tiene ni puta idea de literatura, tan siquiera sabe hablar correctamente el español, pero ni falta que le hace. Sergei asegura resultados cien por cien. No hay autor que caiga en sus manos que no haya sido publicado. Eso si, en honor a la verdad, el nivel de la editorial será la que tu seas capaz de retribuirle. No me está saliendo barato, pero merece la pena. Además, me lo puedo permitir con los beneficios que me están dando con "Las Puertas de las Rimas"...
También podrás negociar con él hasta la tirada. Sergei logra todo aquello que se propone. ¿No me creen? Pues es sencillo de entender en cuanto les explique su forma de trabajar:
El entra en la editorial en cuestión, y tan siquiera se preocupa en concentar una cita con el editor jefe. Le basta con llegar y entrar. Si hay alguna secretaria impertinente que le impida el paso con la excusa de que su jefe está reunido, la convence con un sutil empujón. Luego cuando está frente a la editora y editor en cuestión, le lanza tu obra diciendo que o publica la obra (con el número de tirada que tu deseas, claro está), o tendrá que asumir el riesgo...se de editores con los dedos rotos para firmar los contratos...
La única pega que le veo a este método, fuera aparte de ser un poco violento, aunque te aseguré la publicación, es que realmente mi meta no es publicar en si, sino ser leído, y tras conocer los precios de mi agente literario, creo que me puede salir un pelín caro que vaya partiendo piernas entre todos los posibles lectores/as que tenga la capacidad de leer...
¡Te ha parecido violento este artículo! Más violento me parece que se nos prive de la cultura con subidas de IVA, donde se castiga el saber en favor de un aborregamiento general. Además os basta con los violentos del fútbol para tener vuestro cupo cubierto...


lunes, 2 de febrero de 2015

Cuando crezca quiero ser como...

Desde la más tierna infancia vamos encaminando nuestros pasos en la vida siguiendo un modelo de cual aprendemos a ser y a comportarnos de una manera. El primer modelo es nuestra madre, porque dejemosno de vainas, es ella quien nos ha llevado en su vientre y merece ser la primera. Luego conforme pasa el tiempo son el padre y los hermanos. Con los años nuestros modelos a seguir son esos profesores y profesoras que todo los saben y nos guían por el camino de la rectitud académica. Aunque realmente es en nuestra adolescencia cuando dichos modelos son los que nos marcan nuestra personalidad. Por lo general tendemos a imitar a los famosos que nos encandilan con sus vidas esplendorosas y glamourosas, o tal vez no...
Como podéis comprobar tras esta larga perorata, quien más y quien menos somos herederos de aquellas personas a las que un día tomamos como referencia, ya sea a nivel personal, laboral, académico, artísticos, o cualquiera que se te pase por la mente. La literatura no podía ser menos, pues para aquellos que mancillamos páginas de ordenados tecleando aspiramos a parecernos a otro literato al cual honrar con nuestra labor de modelaje. Habrá quien llegado a este punto, se crea ese rollo de que es un autor, o autora, que para cuestión de egos no existen los géneros, totalmente original, y solo se guía de su propio criterio. Pues a tal le respondo que quien más o menos, siempre se inició a
escribir pensando que él podría hacer una historia similar, e incluso mejor (la humildad hay quien no la concibe) que tal autor.
No creo que os interese lo más mínimo, pero puestos a pedir, me gustaría ser capaz de narrar con el lenguaje de Perez Reverte, la conexión de Julia Navarro, y por supuesto la capacidad de asombrar de mi venerado José Carlos Somoza. Pero como esta entrada no consiste en a quien me gustaría a mi parecerme, sino saber vuestra opinión sobre a quien o quienes os gustaría pareceros cuando os sentáis a escribir vuestras historias.
PD: No seáis tímido a la hora de opinar, que con sinceridad es posible que haya quien incluso me quiera copiar...

domingo, 1 de febrero de 2015

Si nos merecemos dos ostias

Viendo como son las audiencias de este blog, he decidido hacerme monologuista, ya que hablo solo yo sin réplica alguna, aunque lo peor de todo sin gracias, pero no hacer falta para decir lo que os quería contar: nos merecemos dos ostias bien dadas. A bocajarro sin anestesia, que ya esta bien que seamos tan imbéciles...
Si a estas alturas no te has dado cuentas, es porque no tiene ojos en la cara, o porque lo usas para ver la basura que te ofrecen para comer en la televisión, o que yo mismo te he colocado para atraer tu atención. Si aún tienes ganas de seguir leyendo o cargarte en mis muertos os explicaré porque las dos yoyas que todos merecemos:
¿Cómo puedo pretender que lean este blog, por no hablar mis novelas, en un país donde la gente hacen cola de horas para que una señora carente de cerebro, que no sabe ni las más mínimas reglas de ortografías, les firme un libro? ¿Qué puedo esperar de un pueblo dónde agotan el pijama exhibido en un programa para lelos de la misma que hablaba antes? Tenemos lo que somos ni más ni menos. Luego nos quejamos, pero somos los primeros en dar alas de héroe a entrenadores llorones, a jugadores prepotentes, y a hijos de tonadilleras sin estudios que se hacen llamar músico...
Luego despotricáis cuando Perez Reverte en sus columnas canta las verdades a los cuatros vientos. Pero eso os jode, os fastidia, os engorila porque no soy capaces de ver que nos merecemos dos ostias. Reverte no es un ser mesiánico capaz de ver las miserias del ser humano, sino un señor con los suficientes cojones de decirlo. Si ya sé lo que diréis que para el crear polémica redunda en tu bolsillo, pero tu con tu silencio y complicidad redunda en el bolsillo del político que te domestica, igual que a mi, a base de pan y circo.
No gustaré como escritor, tampoco os gustaré como bloguero, tan siquiera os encadilará mi persona, pero al menos considerarme sincero. No nos queda otra que despertar de una vez, sea por nosotros mismos, o a base de golpes, pero si queremos un país donde no campen los corrruptos, empieza por educarnos en valores culturales más importante que el fútbol o ve a un grupo de idiotas encerrados en una casa...