"Volverán las poesías en tu balcón a anidar...", o mejor dicho, regresa a este blog la reseña de un libro de poesía. Al igual que en la anterior ocasión, no es propiamente un poeta el autor de la obra, sino un músico, en este caso uno de los guitarrista del conocido grupo Vetusta Morla, Guille Galván, y nos trae su personal "Retrovisores".
A diferencia del libro de Marwan, poseía el prejuicio, tal vez no de haber leído sus poemas, pero si de haber oído muchas de las letras que ha compuesto para su banda, y dado el caso "¡Bendito prejuicio!".
Sin embargo en este ocasión la lucha por llegar a los lectores es más dura, no hay melodías para aderezar las rimas, ni percusiones para trasladar el ánimo. Es una batalla cuerpo a cuerpo sin ases guardados en la manga que puedan trampear la lucha, pese a que la poesía posea el ritmo de las grandes canciones. No obstante, Guille Galván a través de sus palabras mira directamente a los ojos de su lector y le asesta varias puñaladas al alma, y da igual el ánimo de su adversario porque posee la grandeza de la buena poesía (al menos para mi), puede tener diferente significado según el prisma que se mire o de los retrovisores que se observen. Así de simple, así de complejo a la par.
Como los grandes tesoros sus poemas se guardan en un libro editado con todo el lujo de detalles por parte de la editorial Bandaáparte, donde además hallamos fotos realizadas por el mismo autor que se sustentan en los poemas. Un libro altamente recomendable para el espíritu.
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